lunes, 22 de marzo de 2010

REENCUENTRO. RELATO EROTICO.

Me decido a sorprenderle una vez mas, despues de todo este tiempo juntos. Llevamos dias sin vernos, el trabajo, la distancia, en fin esta sociedad rara en la que vivimos.
Me encanta prepararlo todo, mantener viva la llama, la chispa, todo lo que sea necesario para que la rutina no entre en nuestra relacion.
Son las nueve y en pocas horas llegara,¿como le habra ido la semana de curro? pienso. Me levanto de la cama,recojo un poco y me meto en el baño. Agua calentita y una buena dosis de mis sales de baño shunga,¡que placer!, su aroma me transporta a otra dimension y ese color azul intenso, uuummmm, no puedo evitar acordarme de el, de Emilio, pues es su color preferido.
Seco mi cuerpo y a mi mente vienen las manos de Emilio rozando mis hombros, una leve excitacion recorre mi cuerpo.
¿y ahora de ropa que? hace calor,asi que mejor algo ligero, este camisoncito blanco de encaje con tanga a juego es ideal. Estas preciosa, me digo a mi misma.
Un poco de maquillaje y ya estoy lista para nuestro reencuentro, para reencontrarme con mi amor.
Es un ritual para mi, desde luego que lo es, recibirle asi, cuidando todos los detalles, no es la primera vez, son muchas ya, pero como si lo fuera, mezcla de nerviosismo,ansia y ganas.
Oigo sus pasos, se que esta cerca, mi pulso se acelera y se erizan mis poros.
Entra por la puerta, que sonrisa mas bonita tiene, que guapo es, cada dia mas. Un hola sonriente al que contesto y sin nada mas nos besamos, apasionados, besos desenfrenados, como si fuera el ultimo minuto de nuestra existancia.
Su boca suave, sus labios tiernos y jugosos, desatan poco a poco mi deseo. Mi lengua juguetea con la suya, acaricia mi espalda, con decision me susurra: que espalda mas bonita tienes.
Se quita la camiseta, no puedo creer la maravilla que ven mis ojos, su torso desnudo y marcado, junto a los lunares que adornan su pecho y su espalda, hacen que me encienda aun mas.
Nos desnudamos sin dejar de besarnos, sus brazos me amarran, mis manos caminan por el borde de su piel. Le tumbo en la cama, vendo sus ojos y ato sus manos, voy a devorarlo entero, poquito a poco, para saborearlo mejor.
Se deja hacer por mi, con mis labios navego por su cuello, el lobulo de su oreja, su pecho, sus pezones, aqui un pequeño mordisco, delicado pero firme, para encender aun mas este fuego. Me detengo en su ombligo y disfruto de su vientre, aprieto sus muslos para perder la nocion del tiempo entre sus piernas. Su miembro el mayor de mis placeres, duro y grandioso es el centro de mi excitacion, me recreo en él, lo beso, lo acaricio con mis manos, con mi boca, con mi lengua. Puedo notar el placer delirante que siente en esos momentos en los que su pene me pertenece.
Le desato, le quito la venda, no puedo esperar para tenerlo dentro de mi. Muy bajito me dice: voy a tomarme la rebancha.
Me coge por encima de la cintura y me alza hasta ponerme sentada encima de la mesa, está fuerte y me maneja como si yo fuera pluma.
Besa mis labios, mi cuello, se detiene en mi pecho, para nuevamente decirme: tienes unos pechos preciosos. Los aprieta deseoso de ellos.
Noto su corazon a mil, y su respiracion agitada. Me tiende sobre la mesa, sus manos surcan por mi cuerpo, por mi piel, por lo mas profundo de mi ser. Come cada rincon de mi, atraca en mi sexo, humedo, excitado, vibrante por el deseo. Lo besa, lo lame, lo mordisquea, con autentica devocion.
Mis gemidos cada vez mas intensos, mis piernas abiertas reposan sobre su espalda, nuestros cuerpos sudan. De repente su boca y su lengua revoltosa exploran mi vagina, mi clitoris, hasta llevarme al orgasmo.
Me siento sobre él, su pene entra en mi interior, parece que estan hechos a la medida, se acoplan a la perfeccion. Placer al maximo, estar unidos asi nos hace gozar, vibro con el y vibra conmigo.
Su respiracion agitada, mis gemidos, nuestros besos y caricias, la misma locura, sus movimientos con los mios, me llevan de nuevo al orgasmo, al climax total.
Apoyada sobre la mesa, me vuelve de espaldas y me penetra desde atras. Desde ese angulo, la vison de mi sexo, depilado, excitado, no puede por mas que hacerlo delirar, aumentan sus deseos y sus ganas hasta lo impensable,no controla tanta pasion y desenfreno, me posee una y otra vez hasta llegar a su orgasmo, señal de su inmenso placer.
Relajados ya, salimos a la terraza, esta lloviendo, lluvia que apaga el fuego que aun queda en nuestros cuerpos. Fuego que encenderemos de nuevo pasado un rato. Otro reencuentro.......

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